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El llamado


El llamado


Yellowin vive en el bosque aledaño al reino de Avantasia. El lugar es limpio, acogedor, su hogar está a unos pasos del río. Es verde, tranquilo y habitado por varios animales. Yellowin es un Istar, un eterno. Es un vidente, tiene la capacidad de dominar las fuerzas de la naturaleza, puede viajar en el tiempo, puede usar la magia, tiene dominio de varias lenguas vigentes y muertas., es sabio y justo, aunque tiende a ser olvidadizo. Últimamente ha estado intranquilo porque ha tenido sueños inquietantes del futuro donde ve la presencia recurrente de una figura a la que no le puede ver el rostro, pero sabe que será crucial durante el conflicto qué generará una desgracia colectiva para el reino de Avantasia y para los reinos aledaños. 

En ese momento Yellowin se da cuenta que debería encontrar al héroe y ayudarlo para descubrir su camino y así lograr destruir la amenaza antes de comenzar. La aventura es difícil y atemorizante, pero Yellowin deberá decidir si participará o no en la cruzada, sabiendo que debe tomar responsabilidad de sus decisiones. Yellowin decide visitar a su amigo Gwaldin. 

Yellowin le comenta a Gwaldin que ha pasado por varias visiones y sueños inquietantes que aún no logra descifrar completamente. No sabe si lo que está viendo es en realidad el futuro o una proyección de los intereses y conflictos del mismo Yellowin. Gwaldin, un poco más sabio que él, le conmina a encontrar puntos de encuentro y paralelismos entre las visiones y sueños, con el objetivo de descubrir si son ideas aisladas o si tienen un hilo conductor común. 

Yellowin se retira de la casa de su amigo motivado por el momento y la guía de su compañero, sin embargo, lo acongoja un poco el hecho de tener que embarcarse solo en una aventura sobre la cual no tiene mucha información. Solo sabe que debe encontrar a un héroe barbado, de cabello largo, con túnica, hábil con la espada y con un talismán brillante en el pecho. 

Llegando al siguiente pueblo, se da cuenta que este pueblo en muy humilde y que no tiene una taberna grande. Hay un lugar parecido, pero es más bien un establo donde se vende vino, aguamiel y otras bebidas espirituosas para que las consuman, los que puedan pagarlas. Estando ahí y viendo que no había nada que llamara su atención, se dispuso a marcharse, hasta que vio a un adulto azotando a un chico de no más de trece años. El tipo, agitando su látigo, le pedía al joven que se hincara para que lo disciplinaria por la pérdida qué le había producido. 

Yellowin verdaderamente indignado pero atemorizado hasta el tuétano, se dispuso a increpar al sujeto para ver si podía conciliar su interés con el bienestar del joven. 

El sujeto (llamado Faramik) le mencionó que el joven había tirado dos kilogramos de carne de ternera qué iba a ser vendida a Broomthar, el dueño de la taberna del siguiente pueblo, y este sujeto no era para nada amable. No entregar la carne a Broomthar, no solo representaba la pérdida del importe de la carne, sino también perder futuras ventas, ya que Broomthar ya no le compraría más carne por haberlo desairado.

Yellowin después de meditarlo, le ofreció al sujeto un trato. Él le pagaría el monto total de la carne, el sujeto dejaría libre al chico, y el mismo, junto al chico llevarían la carne hasta el otro pueblo sin problema para que perdiera la clientela. 

Al llegar al siguiente poblado (de nombre Hickland), Yellowin y Adso se dirigieron a la taberna de Broomthar con la intención de entregar el encargo y de paso sacar algún provecho por dicha diligencia. 

Yellowin, acompañado de Adso, se acerca aún más a Broomthar con la intención de entregarle el encargo de la carne y le menciona: “un saludo de parte de Faramik buen hombre, aquí le traigo un paquete con un encargo que usted le hizo. El costo total son 13 escudos. Yo ya se lo he pagado a Faramik y usted debería pagármelo a mí, si no le complica mucho la transacción”. “Yo a ti nada te pagaré, yo me arreglo con Faramik después. Pero ahora, dame la carne” dijo Broomthar. “Me han dicho que usted es muy bueno para los acertijos, ¿aceptaría un reto? Si yo gano me paga la carne y además algún otro artículo. Si usted gana, le entrego la carne y este amuleto” dijo Yellowin mostrando el artefacto. Broomthar respondió: “mmm, me parece. No creo que puedas vencerme. -A ver forastero, lanza tu dicho”. Yellowin menciona: “Esta cosa devora todo a su paso; Pájaros, bestias, árboles, flores; Carcome el hierro, muerde el acero; Muele duras piedras y las reduce a harina; Mata a los reyes, arruina las ciudades, Y derriba las montañas. ¿Qué es?” Broomthar se pone contento y responde confiado: “un dragón, es un dragón”. Yellowin niega con la cabeza y dice: “la respuesta amigo mío es el tiempo” Broomthar, incrédulo por haber perdido y por haber roto su racha invicta, le menciona a Yellowin que le dé la revancha a un doble o nada. Yellowin se niega y pide en compensación una espada que ahí estaba exhibida. 

El tabernero al no aceptar su derrota trata de agredir a Yellowin pero un extraño lo defiende. El extraño responde” Mi nombre es Alistair, y decidí ayudarte porque ya estoy harto que ese sujeto se aproveche de los demás. Las personas no deberían usar su poder para someter a otros, deben usar su poder para servir a otros”. 

Al escuchar estas palabras, Yellowin tuvo un regocijo y sintió que había encontrado al héroe que estaba buscando, aunque su sentido de alerta sintió una modificación de poder, pero el se lo atribuyó al miedo que sintió de morir. Después de conversar y debatir un poco, Yellowin le conto su visión y le pidió que el fuese la persona que lo ayudara a vencer el mal. Yellowin un día, tiene una visión, tan clara y precisa como la vida misma. Ve al señor feudal de Westshire, William Westshire ensangrentado, con el cuerpo de Adso a sus pies y blandiendo su espada para responder un ataque. Seguidamente, ve llegar a Alistair para combatir contra Sir William en un feroz enfrentamiento y cuando Altair está a punto de dar el golpe final, Yellowin se despierta. Ha sido inquietante, pero al final el mal ya tiene rostro: Sir William Westshire. Ahora, solo faltara confrontarlo. 

Un día Adso sale a buscar leña al bosque y cuando regresa al campamento, entra al baño al momento que Alistair se estaba bañando, Adso accidentalmente lo ve y queda estupefacto. Lo que ve lo asusta y lo hace dudar de su cordura. Al tratar de guardarse, descubre que entre las ropas de Alistair hay un medallón con la figura de un dragón en el centro. Adso, después de lo que acaba de presenciar, considera contarle a Yellowin el hallazgo que ha hecho, sin embargo, debido a sus inseguridades decide al final no hacerlo y dirigirse con la única persona que lo podría ayudar, Sir William Westshire. Adso escapa y se dirige al castillo del señor feudal sir William. Estando ahí, solicita ver al señor, a lo cual los guardias le niegan la entrada. Adso, utilizando su agilidad e ingenio, logra colarse al castillo y empieza a buscar a Sir William. 

Después de un rato, y tras unas cuantas corretizas, logra plantarse frente al señor para pedirle ayuda. Sir William es justo, pero no es un alma totalmente altruista, por lo que inicialmente pide que encierren a Adso en el calabozo. Al estar trasladando a Adso a las mazmorras, Adso grita: “el medallón del dragón, el medallón del dragón, lo he visto. ¡Está aquí! Sir William queda un poco inquieto y decide investigar algo en la biblioteca sobre lo que ha dicho Adso. Estando en su biblioteca, sir William encuentra un libro de ritos de una sociedad secreta. En ese libro encuentra un dibujo de un talismán, un talismán circular con un dragón engullendo su propia cola. Movido por la curiosidad y sin entender muy bien para que servía ese talismán, Sir William decide acercarse a su prisionero para preguntarle si ese artefacto era el que había visto. Al llegar al calabozo, Adso se repliega al fondo de la celda y se rehúsa a hablar con el señor feudal, sin embargo, sir William logra convencerlo y le muestra la imagen del libro. Adso reconoce al instante el talismán y le dice que, en efecto, eso es lo que había visto. Sir William Westshire se dirige al único lugar donde puede encontrar respuestas, la guarida del nigromante Plot. 

Mientras tanto, Yellowin ya se ha dado cuenta de la ausencia de Adso y logra ver en una visión que está platicando con Sir William en su castillo. También le llegan imágenes del libro del dragón y la visita de sir William al nigromante. Yellowin entende que ese es el momento crucial, Sir William Westshire está conjurando fuerzas ocultas porque se está disponiendo a pelear. Yellowin habla con Alistair para ponerse de acuerdo y le menciona sus visiones. El no considera que Adso lo haya traicionado. El está seguro que Adso solo quiere colaborar, pero no entiende por qué acudir con Sir William. Alistair, movido por algún sentimiento intenso, maldice a Sir William Westshire y subiéndose a su caballo, le dice a Yellowin, que no se preocupe, que el rescatara a Adso y se marcha a todo galope. Acto seguido, Yellowin entra en trance, un trance crucial y revelador. 

Alistair llega al castillo Westshire y bajándose apresuradamente, embiste a los guardias que no logran contenerlo, está colérico y solo quiere encontrar a Adso. Hasta que, llegando al salón de juntas, Alistair encuentra agazapado a Adso. Alistair, lo llama y le dice que ya todo está bien, que ya nada hay que temer, pero el joven no se fía y pone resistencia. Alistair se extraña y le pregunta sobre lo que le está sucediendo. 

En ese momento, Adso lo confronta y le dice:” te vi, te vi, te vi como eres realmente”. Alistair confundido le regunta: “¿a qué te refieres? ¿qué viste?” y Adso responde: “como eres en realidad, eres un MORFOARCONTE, el señor William me dijo ese nombre y me explico que era, entonces entendí lo que vi el día que te estabas bañando. ¿Para eso es tu talismán verdad?” En ese momento, el rostro de Alistair cambia y tras emitir una maldición, se lanza sobre Adso, luego lo jala y de un solo tirón, lo avienta hacia una pared. Posteriormente, comienza a golpearlo y a decirle que nadie más debería saberlo. Después le pregunta si se lo dijo a Sir William, pero como Adso no responde, lo continúa golpeando. En ese momento, Sir Willian Westshire llega al castillo y ve toda la masacre producida. Recorre el castillo esperando encontrar a alguien con vida. Conforme va avanzando, va abrazando y moviendo a sus súbditos para comprobar si alguno vive per es inútil, hasta que entra al salón de juntas y ve en el suelo a Adso, estropeado y cubierto de sangre. Se inclina para ver si aún vive y descubre que aun respira. 

En ese momento, surge un grito de alguna parte del salón: ¡Westshire! Sir William logra defenderse un momento, pero la fuerza de Alistair es superior. En un momento del combate, Alistair logra incrustar su espada en el cuerpo de Sir William. En ese momento llega Yellowin al salón y ve la escena. Alistair se voltea y le dice a Yellowin: “ya todo está hecho amigo, ya he acabado con el mal. La paz reinará ahora en Avantasia” Pero Yellowin lo confronta y le dice: “que ciego y estupido fui todo este tiempo, ¿cómo fue que no me di cuenta? Gracias a Sir William Westshire que me hablo en sueños pude ver la verdad. Eres un monstruo Alistair, ya sé qué, y quien eres en realidad, eres Drakkoxtile, el morfoarconte. Ese talismán que llevas en el pecho evitó siempre que yo pudiese ver tu verdadera naturaleza, pero ya no más engaños. 

Hoy tienes que morir, yo me encargo de ello. Entonces Alistar le dice: “bueno, tu así lo quisiste. Sin piedad será”. En ese momento se enfrascan en una batalla a muerte. Lo que Alistair no sabía era el poder secreto de la espada de Broomthar. Esta espada fue conjurada para imitar y mejorar todos los movimientos y habilidades del oponente. Además, fue forjada con un material especial, el Tioschendrum. Este mineral daña a los demonios y fuerzas oscuras como ningún otro material puede hacerlo. 

Después de un arduo combate dentro del castillo y fuera de él, Yellowin y los pueblos logran vencer a las fuerzas malignas. En ese momento, Yellowin se da cuenta que él era el personaje de sus visiones, que él era el héroe que vencería al mal, que el era el llamado, en otras palabras, que él era el elegido. Después de los funerales de todos los fallecidos y en especial el de Sir William Westshire, Adso logro recuperarse y se fue junto a Yellowin al paraje donde todo comenzó, en espera tal vez de alguna aventura peculiar, como esta, como muchas. Fin. 

Autores: 

Genny Alejandra Angulo Yupit.

 Karina Elvira Cisneros Concha Gloria 

Natalia Chin Keb

 Lony Wilbert Hoyos Borges 

Karla Sharon Montalvo 

Martin Francisco de Jesús Romero Chicmul

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