La Leyenda de Balam: El Salvador del Mundo del Alux En un mundo desconocido, Balam se despertó confundido y asustado, sin recordar cómo llegó allí. Sin embargo, pronto descubrió que estaba en el mundo del Alux, un lugar donde la alegría y el color estaban desapareciendo. Un Alux travieso y escurridizo se acercó a él y le reveló que era el elegido para salvar su mundo. El Alux explicó que una plaga de langostas, lideradas por el malvado Ahpuch, estaba devorando la felicidad y el color del mundo del Alux. Balam, con su creatividad y determinación, era el único que podía detenerla. El Alux lo llevó ante el gran sabio Kukulkán, quien le entregó un collar de jade con los poderes de los dioses mayas: Ixchel, Chaac y Zamná. Con el collar, Balam podía emitir una luz brillante que alejaba a las langostas. Sin embargo, el Alux había robado un talismán de Kukulkán para regalárselo a su amada, lo que lo había puesto en riesgo de ser expulsado del mundo del Alux. Acompañar a Balam en s...
Leila y la maldición de las Valkiryas En un mundo de guerreras Valkirias, donde los dones místicos eran la medida de la valentía y el poder, Leila se sentía como una sombra entre sus compañeras. Sin un don que la hiciera destacar, se veía a sí misma como una fracasada, una valquiria sin propósito. Pero el destino tiene una manera de sorprendernos. La maldición que había caído sobre las valkirias, robándoles sus dones místicos, no había afectado a Leila. Sin embargo, su familia, nobles de grandes dones, no había sido tan afortunada. Su abuela, la sacerdotisa más poderosa de su pueblo, había perdido todos sus poderes místicos. En su lecho de muerte, la abuela de Leila le habló de la profecía de la elegida. Una heroína que llegaría un día, sin dones ni poderes, pero con un corazón puro y una voluntad inquebrantable. La elegida sería la salvadora de su pueblo, la que traería de regreso a los muertos y restauraría los dones perdidos. Leila se sintió esperanzada. Tal vez, justamen...